miércoles, 7 de enero de 2009

PETER F. DRUCKER, ABANDONO

Nada es tan fácil y costoso, pero también tan inútil, como tratar de evitar que un cadáver huela mal.

Los ejecutivos eficientes saben que tienen que lograr hacer eficazmente muchas cosas. En consecuencias, se concentran. Y la primera regla para concentrar los esfuerzos ejecutivos es desechar el pasado que ha dejado de ser productivo. Los recursos de primera clase, especialmente esos casos recursos de la fuerza humana, se sacan inmediatamente y se pone a trabajar en las oportunidades del mañana. Cuando los líderes no son capaces de desechar el pasado, de abandonarlo, sencillamente no son capaces de crear el mañana.
La organización que no es capaz de un abandono sistemático y determinado, será sorprendida por los acontecimientos. Desperdiciara sus mejores recursos en cosas que nunca debió hacer o que no debe seguir haciendo. El resultado es que carecerá de los recursos, especialmente de la gente capaz, necesarios para aprovechar las oportunidades que surjan. Muy pocas empresas están dispuestas a desechar el pasado, y como resultado, muy pocas tienen recursos disponibles para el mañana.

ACTIVIDAD SUGERIDA: Deje de desperdiciar recursos en negocios obsoletos y libere su gente capaz, para sacar ventaja de las nuevas oportunidades.

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