viernes, 9 de enero de 2009

PETER F. DRUCKER, LA PRACTICA DEL ABANDONO

Hay que hacerse la pregunta –y hacérselas seriamente-: “Si no hicimos esto antes, lo haríamos ahora, sabiendo lo que ya sabemos?” Si la respuesta es no, la reacción debe ser: “Que hacemos ahora?”

Hay tres casos en los cuales siempre conviene abandonar de frente el asunto. Esto es lo correcto cuando un producto, servicio o proceso “tiene todavía unos anos de vida”. Son esos productos, servicios o procesos moribundos los que siempre demandan el mayor cuidado y los mayores esfuerzos. Son los que amarran a la gente más productiva y capaz. También debe abandonar todo producto, servicio, mercado o proceso, si el único argumento para mantenerlo es que “ya esta completamente dado por pedido”, porque para los objetivos de la gerencia no hay “activos sin costo” sino solo “costos hundidos”. El tercer caso en el cual abandonar es la política adecuada –y la mas importante- es cuando, por el deseo de mantener el viejo o moribundo producto, servicio, mercado o proceso, se atrofia o desean un producto, servicio o proceso que sea nuevo floreciente.

ACTIVIDAD SUGERIDA: Hágase las preguntas antes de mencionadas y si la respuesta es no, tome la difícil decisión de abandonar un negocio que apreciaba

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