Medir la calidad en el trabajo del conocimiento parece algo tremendo. En la practicas, se define a si misma.
En ciertos trabajos del conocimiento, y especialmente en trabajos que requieren un alto grado de conocimiento, ya estamos midiendo la calidad. Los cirujanos, por ejemplo, son medidos por su tasa de triunfo en procedimientos difíciles y peligrosos, como son las tasas de supervivencia de pacientes en quienes han practicado operaciones de corazón abierto. Pero, en general, lo que tenemos hasta ahora son juicios u opiniones, más que medidas, respecto a la calidad de una gran cantidad de trabajo del conocimiento. Mas la principal dificultad no es la de medir la calidad sino la de definir lo que la tarea es, y lo que debería ser.
El mejor ejemplo es el de la escuela estadounidense. Las escuelas publicas de los centros de las ciudades se han convertido en áreas de desastre, pero juntos a ellas –en la misma ubicación y atendiendo a la misma clase de niños- hay escuelas privadas en las que los niños se portan y aprenden bien. Se especula mucho sobre como explicar estas enormes diferencias de calidad, pero uno de los motivos principales es seguramente que las dos clases de escuela definen sus tareas de manera diferente. La típica escuela publica definen sus tareas como “ayudar a los menos privilegiados”; la típica escuela privada (y especialmente las escuelas parroquiales de la iglesia católica) define su tarea como “capacitar a los que quieren aprender para que aprendan”. La una está, pues, gobernada por sus fracasos escolares, y la otra por sus éxitos.
ACTIVIDAD SUGERIDA: Defina lo que es calidad en su trabajo.
En ciertos trabajos del conocimiento, y especialmente en trabajos que requieren un alto grado de conocimiento, ya estamos midiendo la calidad. Los cirujanos, por ejemplo, son medidos por su tasa de triunfo en procedimientos difíciles y peligrosos, como son las tasas de supervivencia de pacientes en quienes han practicado operaciones de corazón abierto. Pero, en general, lo que tenemos hasta ahora son juicios u opiniones, más que medidas, respecto a la calidad de una gran cantidad de trabajo del conocimiento. Mas la principal dificultad no es la de medir la calidad sino la de definir lo que la tarea es, y lo que debería ser.
El mejor ejemplo es el de la escuela estadounidense. Las escuelas publicas de los centros de las ciudades se han convertido en áreas de desastre, pero juntos a ellas –en la misma ubicación y atendiendo a la misma clase de niños- hay escuelas privadas en las que los niños se portan y aprenden bien. Se especula mucho sobre como explicar estas enormes diferencias de calidad, pero uno de los motivos principales es seguramente que las dos clases de escuela definen sus tareas de manera diferente. La típica escuela publica definen sus tareas como “ayudar a los menos privilegiados”; la típica escuela privada (y especialmente las escuelas parroquiales de la iglesia católica) define su tarea como “capacitar a los que quieren aprender para que aprendan”. La una está, pues, gobernada por sus fracasos escolares, y la otra por sus éxitos.
ACTIVIDAD SUGERIDA: Defina lo que es calidad en su trabajo.
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