martes, 23 de diciembre de 2008

PETER F. DRUCKER, LOS LIMITES DE LA RESPONSABILIDAD SOCIAL

“No basta con que un negocio tenga buenos resultados; también debe hacer el bien”, pero para poder “hacer el bien”, un negocio tiene, primero, que “dar buenos resultados”.

Si un negocio no ha tenido en cuenta la limitación del desempeño económico y ha asumido responsabilidades sociales que no podía sostener económicamente, se ha metido en problemas.
Unión Carbide no obro responsablemente desde el punto de vista social cuando instalo una fábrica en Viena, West Virginia, para aliviar el desempeño allí. Para empezar, la factoría no mejoraba nada. El proceso era obsoleto. Lo más que podía hacer era no perder dinero, y eso, inevitablemente, quería decir que no podía asumir responsabilidades sociales, incluso por las consecuencias de su propio impacto.
Como la fábrica era, para empezar, antieconómica, Unión Carbide resistió por un tiempo las exigencias de que respondiera por los daños causados. Ese tipo de demanda no podía haberse previsto a finales de los años 40, cuando la preocupación por la creación de empleo sobre pasaba, de lejos, toda preocupación por el medio ambiente. Siempre hay que esperar demandas de alguna clase. Hacer algo económicamente irracional e insostenible, por parecer socialmente responsable, no es nunca, por lo tanto responsable. Es sentimental. El resultado es siempre un mayor daño.

ACTIVIDAD SUGERIDA: Explique por que esto es verdad: para que un negocio pueda “hacer el bien”, tiene primero que ser lucrativo y, de hecho, muy lucrativo.

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