Reflexión
a la 3ra Generación
Hoy quiero expresar
el recuerdo de una vida romántica que viví al lado de mi padre pero reconozco
que los tiempos son cambiantes como las células de nuestro organismo; mi padre
fue siempre para mí un guardián incorruptible, le debo alabanza y el mayor de
los agradecimientos.
Con el paso de los
años el despertar es amargo y del mundo de ilusiones pasamos de golpe a la
realidad de un muchacho que ha sonado con la aventura de una alegre vida a la
realidad de una espantosa guerra entro lo ideal, lo justo y la absoluta
indiferencia, para caer en el dolor de lo más personal que puede dar un hombre,
una lagrima.
Lo exhorto a que por
el recuerdo a su abuelo, guarden en su corazón un pequeño rincón al amor, a la
entrega de esos principios por lo cual lucho ese hombre maravilloso que llevo
en sus ojos y en sus manos la entrega de su amor al dolor de una madre o un
hijo enfermo, agradeciendo el poder cumplir el sentido de la vida atendiendo a quienes me necesitan, agradezco
la oportunidad de dar de mi…
Que Dios lo ilumine
en este camino en guerra y ruptura de los principios indeleble a la
personalidad humana. Que Dios lo guie por la realidad y el ideal de sus abuelos
y padres. Sobrinos que no ocurra como el paciente cuyo destino de la vida
estuvo en nuestras manos como cirujano, para desaparecer en el recuerdo de
nuestra vida.
Cito: Si evito que un
corazón se rompa, no habré vivido en vano.
Dr.
Guillermo Rojas Mejía
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