Cruzar la línea divisoria para entrar en las nuevas realidades
Cada dos o tres siglos ocurre una aguda transformación: cruzamos una “línea divisoria”. En unas cuantas décadas, la sociedad se reorganiza –su manera de ver el mundo, sus valores básicos, su estructura social y política, sus artes, sus instituciones clave. Cincuenta años más tarde, ya hay un nuevo mundo. La gente nacida después de la transformación no puede ni siquiera imaginar el mundo en el cual vivieron sus abuelos y en el cual nacieron sus padres.
Pero los cambios fundamentales de hoy, esas realidades nuevas visibles hace treinta años, realmente solo están empezando y apenas van a empezar a producir todo su impacto. A lo largo y ancho del mundo, dichas realidades subyacen a la reestructuración de los negocios, grandes y pequeños: fusiones, enajenaciones, alianzas. Subyacen también a la reestructuración mundial de la fuerza laboral, la cual, aunque ya es hecho que los Estados Unidos, esta todavía en sus primeras etapas en el Japón y en Europa. Y subyacen a la necesidad de una innovación fundamental en educación y, especialmente, en la educación superior. Estas realidades son diferentes de los asuntos en los cuales todavía fijan su atención los políticos, los economistas, los estudiosos, los hombres de negocios y los lideres sindicales, y sobre lo que todavía escriben libros y pronuncian discursos.
ACTIVIDAD SUGERIDA: La próxima vez que oiga a sus colegas golpear la mesa por algo que evidentemente ya paso, encuentre una manera de decirles que aviven el seso y despierten.
Cada dos o tres siglos ocurre una aguda transformación: cruzamos una “línea divisoria”. En unas cuantas décadas, la sociedad se reorganiza –su manera de ver el mundo, sus valores básicos, su estructura social y política, sus artes, sus instituciones clave. Cincuenta años más tarde, ya hay un nuevo mundo. La gente nacida después de la transformación no puede ni siquiera imaginar el mundo en el cual vivieron sus abuelos y en el cual nacieron sus padres.
Pero los cambios fundamentales de hoy, esas realidades nuevas visibles hace treinta años, realmente solo están empezando y apenas van a empezar a producir todo su impacto. A lo largo y ancho del mundo, dichas realidades subyacen a la reestructuración de los negocios, grandes y pequeños: fusiones, enajenaciones, alianzas. Subyacen también a la reestructuración mundial de la fuerza laboral, la cual, aunque ya es hecho que los Estados Unidos, esta todavía en sus primeras etapas en el Japón y en Europa. Y subyacen a la necesidad de una innovación fundamental en educación y, especialmente, en la educación superior. Estas realidades son diferentes de los asuntos en los cuales todavía fijan su atención los políticos, los economistas, los estudiosos, los hombres de negocios y los lideres sindicales, y sobre lo que todavía escriben libros y pronuncian discursos.
ACTIVIDAD SUGERIDA: La próxima vez que oiga a sus colegas golpear la mesa por algo que evidentemente ya paso, encuentre una manera de decirles que aviven el seso y despierten.
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