Solo una sociedad en desequilibrio dinámico tiene cohesión y estabilidad.La sociedad, la comunidad y la familia son, todas, instituciones conservadoras. Tratan de mantener la estabilidad y evitar el cambio o, por lo menos, demorarlo. Y, sin embargo, también sabemos que las teorías, valores y todos los dispositivos de la mente humana envejecen y se fosilizan, se vuelven obsoletos, se convierten en aflicciones.
Pero “revoluciones” cada generación, como recomendaba Thomas Jefferson, no son la solución. Ya sabemos que la “revolución” no es logro no anuncio de la nueva aurora. Es el resultado de la decadencia senil, de la bancarrota de las ideas y las instituciones, de no autor renovarse. La única manera como una institución –sea entidad de gobierno, universidad, negocio, sindicato, ejercito- puede mantener continuidad es involucrando una innovación sistémica en su propia estructura. Las instituciones, los sistemas, las políticas eventualmente dejan de servir, como sucede con los productos, los procesos y los servicios. Eso les pasa cuando logran sus objetivos, y cuando no los logran. Por eso la innovación y el espíritu empresarial son necesarios, tanto en la sociedad como en la economía, tanto en las instituciones de servicio público, como en los negocios. Las organizaciones moderna tiene que ser desestabilizadora, tiene que estar organizada para la innovación.
ACTIVIDAD SUGERIDA: Cuando fue la última vez que usted creo o ayudo a crear un nuevo producto o servicio? Estaba usted solo copiando a un competidor o incubo realmente una nueva idea? Ensaye de nuevo.
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