DUO Soluciones
Empresariales
Somos una
empresa dedicada al acompañamiento, asesoría y desarrollo de soluciones
empresariales.
Fecha de
publicación: 28 sept 2025
El protocolo familiar como base de todos los
acuerdos.
Sin
ánimo de entrar en el ámbito jurídico, pero esperando reacciones y opiniones
sobre el tema y siempre claro está, con el mayor respeto a quienes ejercen esta
valiosa profesión, quiero aprovechar este espacio para compartir una reflexión
sobre cómo suele utilizarse el Protocolo de Familia y la importancia real que
puede tener en la práctica de empresas familiares.
¿Qué
pasa cuando utilizamos el instrumento solo para calmar situaciones temporales
en la familia empresaria, y no le damos el giro estratégico que asume este
ejercicio de reflexión y compromiso, más que un documento? El protocolo familiar constituye
un instrumento esencial para establecer consensos entre los miembros de la
familia empresaria, esto claro está desde el uso oportuno de los Consejos
de Familia como órgano no vinculante a las operaciones de la empresa,
pero si responsable de conducir a la familia en su relación con la misma. En el
protocolo se abordan temas tan sensibles como la sucesión generacional, la
participación de familiares en la gestión de la empresa, la distribución de
beneficios y el compromiso con los valores que inspiran el proyecto
empresarial. Sin embargo, cuando estos acuerdos quedan solo en el plano
declarativo, sin conexión con la estructura formal y orgánica de la empresa, su
impacto se diluye y su cumplimiento se vuelve opcional y meramente conveniente.
La
vinculación del protocolo familiar con los estatutos societarios, como
documento legal de mayor peso institucional, es un paso decisivo para
otorgar fuerza legal a los acuerdos alcanzados,
“El
protocolo familiar es un acuerdo privado de naturaleza principalmente ética,
pero puede adquirir plena eficacia jurídica cuando se eleva a escritura pública
o se incorporan algunas de sus cláusulas en los estatutos sociales” López de Silanes, F., &
Gimeno, A. (2014). La empresa familiar: dinámica, equilibrio y consolidación.
Los
estatutos son el documento rector de la empresa, esto es indiscutible y, al
incorporar en ellos disposiciones que reflejen las reglas pactadas en
el protocolo familiar, se garantiza que dichas normas se conviertan en parte
del marco jurídico de la empresa. Esto no solo asegura su observancia por parte
de los socios actuales, sino que también obliga a futuras generaciones a
respetar las reglas previamente acordadas, además de entender el significado de
preservar el legado, y no solo las operaciones actuales, este documento permite
siempre colocar a la familia en la cima de la pirámide en los modelos de
gobernanza corporativa en las empresas familiares, al menos con una línea
punteada.
Además
de los estatutos, las políticas y normativas institucionales representan
un canal estratégico para aterrizar los lineamientos del protocolo en la
gestión operativa del día a día. Políticas de contratación, sucesión,
remuneración, dividendos o profesionalización del staff primera y segunda línea
pueden estructurarse con mayor coherencia en función de lo pactado en el
protocolo de familia. De esta manera, los valores familiares se
traducen en prácticas de las operaciones, generando confianza en
colaboradores, proveedores, clientes y hasta inversionistas al demostrar
consistencia y transparencia en la toma de decisiones.
Pero…
¿cuáles beneficios directos podemos obtener de este cruce de conceptos
traducidos en documentos orgánicos?
La articulación
del protocolo familiar con estatutos y políticas institucionales ofrece
valiosos beneficios:
·
Prevención
de conflictos
·
Continuidad
generacional
·
Fortalecimiento
de la gobernanza corporativa
·
Mayor
legitimidad en los procesos
En conclusión, si, desde nuestra experiencia, el Protocolo Familiar debe ser vinculado de alguna forma con los documentos estatutarios y normativos en las empresas familiares. El protocolo familiar adquiere su verdadero valor cuando deja de ser un documento aislado y se convierte en una base de la estructura normativa de la empresa familiar. Su integración con los estatutos societarios y las políticas institucionales no solo aseguran su cumplimiento, sino que transforma los valores familiares en un activo estratégico.
MIGUEL RODRIGUEZ VIÑAS
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