Soy parte de una generación, que su gestión esta sustentada en la gente, con un tremendo sentido de humanidad y compasión por el individuo. Yo no hablo acerca de empresas, instituciones, fundaciones o patronatos, hablo acerca de individuos y de su habilidad para soñar y crear cambios. Cambios que están sustentados en cinco valores: Patriotismo, Optimismo, Humildad, Justicia y Perseverancia.
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lunes, 3 de febrero de 2025

Empresas Familiares: Tradición, Conflictos y el Desafío de la Sostenibilidad

 Empresas Familiares: Tradición, Conflictos y el Desafío de la Sostenibilidad

En cada rincón del mundo, las empresas familiares representan el alma de las economías locales y globales. Desde pequeños comercios hasta conglomerados multinacionales, estas empresas son el reflejo de generaciones de esfuerzo, valores y legado. Sin embargo, lo que las hace únicas también las coloca en una encrucijada constante: ¿cómo evolucionar sin perder su esencia?

Se estima que las empresas familiares constituyen aproximadamente el 70% del tejido empresarial mundial, generando la mayor parte del empleo y el crecimiento económico. Sin embargo, su contribución va más allá de los ingresos. Son guardianas de la cultura empresarial, transmitiendo conocimientos y valores de generación en generación. Mientras las empresas tradicionales priorizan la rentabilidad a corto plazo, las familiares suelen adoptar estrategias de crecimiento a largo plazo, sacrificando dividendos inmediatos en favor de la estabilidad y el futuro.

El talón de Aquiles de muchas empresas familiares es la sucesión. Según estudios, solo el 30% de estas compañías sobrevive a la segunda generación y apenas el 12% llega a la tercera. El dilema radica en el traspaso del liderazgo: ¿debe primar la tradición o la meritocracia? Los conflictos entre hermanos, primos o incluso padres e hijos pueden poner en jaque la estabilidad de la empresa. En muchas ocasiones, las reuniones directivas se transforman en auténticas batallas campales donde las decisiones se toman entre gritos, llantos o golpes en la mesa.

A diferencia de las corporaciones convencionales, donde los empleados buscan mejores oportunidades, las empresas familiares tienen una ventaja única: el efecto de la "gravedad familiar". El sentido de pertenencia y la conexión emocional generan una lealtad que difícilmente se encuentra en otros ámbitos. Sin embargo, esto puede ser un arma de doble filo, ya que la falta de profesionalización en la gestión puede llevar a nepotismo ya la retención de talento por vínculos de sangre más que por capacidad.

Si bien históricamente la imagen del liderazgo en empresas familiares ha estado ligada a figuras masculinas, las mujeres han sido el pilar invisible que mantiene en pie estos negocios. Ya sea desde la gestión administrativa, la conciliación de conflictos o la modernización de la empresa, su papel ha sido clave en la longevidad y éxito de muchas compañías. La incorporación femenina en los órganos de decisión ha demostrado mejorar la estabilidad financiera y la innovación.

Las empresas familiares han superado guerras, crisis económicas y cambios tecnológicos sin perder su esencia. La clave de su supervivencia radica en su resiliencia y su capacidad de adaptación. A diferencia de muchas empresas que colapsan ante el primer golpe, estas organizaciones poseen una fortaleza interna basada en la confianza, el apoyo incondicional y una visión compartida de futuro.

Las empresas familiares son un universo fascinante donde la tradición y la innovación deben coexistir en equilibrio. Su éxito no depende solo de su modelo de negocio, sino de la capacidad de sus miembros para gestionar conflictos, definir estrategias a largo plazo y, sobre todo, adaptarse sin perder su identidad. Porque, al final del día, no se trata solo de proteger un legado, sino de construir un futuro donde las próximas generaciones encuentren un camino sólido para continuar la historia.

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